Semana 22 de enero: Para caer en la cuenta…

EL UNIVERSO CONOCIDO

Hace apenas  unas semanas, el Museo Americano de Historia Natural colgó en la red  este espectacular vídeo, una reconstrucción informática que muestra  un «viaje» desde la superficie de la Tierra hasta los límites del  universo conocido.

Desde su publicación, casi dos millones de  personas lo han visto ya en la web del museo, pero en España este excepcional trabajo sigue siendo prácticamente desconocido.

Lo  que hace que este vídeo sea único y diferente a la mayoría de los que  se han hecho hasta ahora es que todo lo que en él aparece está basado  en datos reales. Es decir, que no se trata de un vídeo «artístico» realizado según simples criterios estéticos, sino de una auténtica  reconstrucción, pieza a pieza, de todo lo que sabemos sobre el  universo en que vivimos.

Todo, desde las trayectorias de los  satélites que orbitan la Tierra,  hasta la posición de todas las  estrellas, galaxias o lejanísimos quasares, está basado exactamente  en los datos que tenemos sobre cada uno de esos objetos. O para ser  más precisos, en los datos del Sloan Digital Sky Survey, que componen la que quizá sea la visión más completa del universo de que  disponemos hasta el momento. A pesar de todo, y debido a la posición  geográfica en la que se encuentra el telescopio de dos metros y medio del Apache Point Observatory, en Nuevo México, que es el que utiliza  el Sloan Digital Sky Survey, existen zonas «oscuras», es decir, áreas  del universo que el telescopio, físicamente, no puede observar. Por  eso, en el vídeo, la distribución de las galaxias observadas tiene la  forma de dos conos unidos por la punta (el punto de unión es la  Tierra), y el resto aparece en negro.

En total, el trabajo  comprende casi un millón de galaxias y más de 120.000 quasares. El viaje, que comienza en el Himalaya, termina en el límite mismo de lo  que podemos observar con los instrumentos más potentes de que disponemos, los “ecos” del Big Bang, a 13.700 millones de años luz de  distancia, y sirve para que todos nos demos cuenta, de una forma  directa y visual, de lo insignificantemente pequeño que es nuestro mundo, incluso nuestra galaxia, si se compara con todo lo que hay  «ahí fuera»…