PAMPLONA/IRUÑA, Curso 2025/26: ENCUENTROS BIMESTRALES. Primer encuentro: 13 septiembre

ARMAR CON ACIERTO NUESTRO PUZLE INTERNO

Y ENTENDER LA MENTE PARA VIVIR SIN SUFRIMIENTO

«En cada uno de nosotros hay otro a quien no conocemos… El privilegio de una vida es convertirte en quien realmente eres». Carl G. Jung.

¿Armonía o neurosis?, ¿unificación o fractura?, ¿amor o narcisismo?, ¿plenitud o vacío?, ¿libres o esclavos de la programación mental? Un resultado u otro dependerá del acierto o no con que logremos armar nuestro puzle interno. ¿Qué piezas nos constituyen?, ¿con qué referencias contamos?, ¿cómo hacer en lo concreto?

Aun con toda su complejidad, la persona es un puzle sencillo y hermoso -fundamentalmente armonioso-. Sin embargo, experiencias tempranas dolorosas y mensajes radicalmente erróneos descolocaron y alteraron sus piezas, introduciéndonos en un laberinto de confusión y sufrimiento, que tiende a perpetuarse.

El sufrimiento -no el dolor- nos muestra que, en mayor o menor medida, en nuestro interior nos hallamos escindidos. Tal escisión es consecuencia de heridas, carencias o temores no resueltos y de la ignorancia acerca de lo que somos.

Para superar la escisión y responder al anhelo de unificación, necesitamos conocernos profundamente, confiar en nuestra guía interna y hacernos diestros en gestionar adecuadamente nuestro universo interior.

En concreto, necesitamos conocer de primera mano las “piezas” que nos constituyen y aprender el modo sabio de relacionarnos con ellas para vivirnos armoniosamente, en un amor que, pacificándonos, nos unifica interiormente y nos despliega hacia los demás.

No necesitas ser mejor de lo que ya eres. Solo necesitas conocerte en profundidad y crecer en habilidad para gestionar y armar todo tu puzle interno. Estos encuentros quieren ser una guía práctica para armarlo con acierto.

Cinco Encuentros bimestrales
-y todo un curso- para conocer las piezas de nuestro puzle interno y entrenarnos en armarlo con acierto.

Modo de trabajo:

Se trata de una propuesta de trabajo -pausado y pautado- para avanzar con eficacia en el armado de nuestro puzle interno. Tanto en cada encuentro como a lo largo de cada mes, pondremos el acento en el trabajo personal, que es el que realmente hace posible la transformación.

Distribución del tiempo en cada encuentro:

  • Trabajo personal, pautado, para favorecer el encuentro y la acogida de nuestro niño o niña interior.
  • Tiempo para, quien lo desee, compartir lo descubierto.
  • Charla-diálogo.
  • Presentación del trabajo de observación a realizar entre encuentro y encuentro.

INDICACIONES PRÁCTICAS

Lugar: Colegio Mayor Larraona, Av. Pío XII, 45. Pamplona.

Fechas: Septiembre: 13 – Noviembre: 8 – Enero: 17 – Marzo: 14 – Mayo: 16.

Horario: Acogida y recepción: A partir de las 9:00 hs. De 10:00 a 14:00 hs.; y de 16:30 a 18:30 hs.

Material: Para el encuentro, es necesario llevar cuaderno y bolígrafo.

ComidaEl Colegio ofrece la posibilidad de comer el sábado, un menú del día (dos primeros y dos segundos a elegir y postre).

Coste: 30 € cada encuentro (se hace efectivo al empezar el encuentro).

Información: Enrique Martínez Lozano: enriquemartinezlozano@gmail.com   Móvil: 666305570

Inscripciones: Se requiere rellenar y enviar este FORMULARIO.

BENDECIR Y COMPARTIR

Comentario al evangelio del domingo 22 junio 2025

Lc 9, 11-17

En aquel tiempo, Jesús se puso a hablar a la gente del Reino de Dios, y curó a los que lo necesitaban. Caía la tarde y los Doce se le acercaron a decirle: “Despide a la gente: que vayan a las aldeas y cortijos de alrededor a buscar alojamiento y comida; porque aquí estamos en descampado”. Él les contestó: “Dadles vosotros de comer”. Ellos replicaron: “No tenemos más que cinco panes y dos peces; a no ser que vayamos a comprar de comer para todo este gentío”. Porque eran unos cinco mil hombres. Jesús dijo a sus discípulos: “Decidles que se echen en grupos de unos cincuenta”. Lo hicieron así, y todos se echaron. Él, tomando los cinco panes y los dos peces, alzó la mirada al cielo, pronunció la bendición sobre ellos, los partió y se los dio a los discípulos para que se lo sirvieran a la gente. Comieron todos y se saciaron, y cogieron las sobras: doce cestos.

 BENDECIR Y COMPARTIR

La persona feliz es buena: bendice y comparte. Parece claro, a pesar de no hacerlo consciente, que quien no bendice a los demás, tampoco sabe bendecirse a sí mismo; y quien no comparte con otros, tampoco sabe tenerse en cuenta a sí mismo.

Bendecir significa, literalmente, “decir bien”. Y se requiere haber aprendido a “decirse bien” a sí mismo para hacerlo con los demás. Quien dice mal de otros -en el extremo: maldecir- no se ama a sí mismo, por más que parezca lo contrario. Más que amarse limpia y humildemente, lo que hace es vivir acorazado en un caparazón narcisista, que utiliza como refugio. Solo cuando aprenda a amarse de manera genuina, estará en paz con él, podrá bendecirse y bendecirá a los demás.

Compartir requiere -sea de manera explícita o simplemente intuitiva- comprender lo que somos. Al comprender lo que soy, comprendo que soy no-otro de los demás, y empezaré a querer para ellos lo mismo que quiero para mí, y no les haré a ellos lo que no quisiera que me hicieran a mí.

Cuando no sabemos compartir -vivir empatía y compasión-, no sabemos qué somos. Lo que hacemos entonces es resguardarnos en el antes mencionado caparazón narcisista, con nuestros temores inconfesados y nuestras necesidades básicas no resueltas. Dado que no nos queremos bien, pensaremos que nunca tenemos bastante, por lo que viviremos acaparando y replegados sobre nosotros mismos.

La bendición y el amor nacen de la comprensión de lo que somos. Y, a su vez, constituyen un test cierto del nivel real de la misma.