PAMPLONA/IRUÑA, Curso 2025/26: ENCUENTROS QUINCENALES DE MEDITACIÓN – Primer Encuentro: 10 septiembre

VIVIR SIN CULPA
Reconocer la inocencia, descansar en la confianza

Inicio: miércoles, 10 de septiembre, 19:00 hs.

Desarrollo de cada encuentro:

  • Prácticas psico-afectivas, atencionales o meditativas.
  • Charla-coloquio, sobre los temas especificados en este esquema

Los audios de estos encuentros estarán disponibles en el canal de Youtube «Meditación y vida cotidiana»:  https://www.youtube.com/channel/UCKANE_yMY_s8InYLuaKxgpg

Fechas de los 20 encuentros:

  • Septiembre: 10 y 17
  • Octubre: 8 y 22.
  • Noviembre: 5 y 19
  • Diciembre: 10 y 17
  • Enero: 14 y 21
  • Febrero: 4 y 18
  • Marzo: 4 y 18
  • Abril: 15 y 22
  • Mayo: 6 y 20
  • Junio: 3 y 17

Horario: de 19:00 a 21:00 hs. (Se ruega puntualidad).

Lugar: Salón de actos, Colegio Mayor Larraona. Av. Pío XII, 45.

Aportación económica única: 20 €, todo el curso (alquiler del local).

No se requiere inscripción: basta presentarse en el local un poco antes de las 19:00 hs.

Se ruega puntualidad: empezamos a las 19:00 hs., con un tiempo de meditación. Si alguien llega tarde, se ruega que espere en la sala de entrada hasta que termine el tiempo de silencio.

Se podrá adquirir el libro «Vivir sin culpa. Reconocer la inocencia, descansar en la confianza». 

Información: Charo Escudero
                         Correo electrónico: rosarioescudero@gmail.com
                         Móvil: 616845355 

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Contenido de las charlas: “Vivir sin culpa”

La culpa es una creencia errónea de efectos devastadores. De manera oculta e insidiosa, envenena la existencia y sumerge a la persona en un pozo de apatía y en una dinámica perversa en la que ve saboteados sus mejores propósitos y bloqueada su confianza. La culpa encierra a la persona en una espiral de miedo que fácilmente trunca la confianza y agosta la alegría: la culpa cercena de raíz la alegría de vivir. Y con la culpa, el castigo: otra creencia generalizada que contamina y envenena, bloqueando la capacidad de amar.

Liberarse de ellas requiere, a la vez, un trabajo psicológico que traduce la culpabilidad en responsabilidad, y un trabajo espiritual que desvela su error radical. El resultado es la liberación del miedo y la recuperación de la confianza: el regreso a la inocencia.

Desenmascarar la mentira de aquellas creencias amplía el horizonte, ensancha el corazón, hace saltar las barreras del laberinto mental que constriñe y nos permite reconocernos como vida que fluye y juega en libertad. El miedo y el egocentrismo, sostenidos antes por la culpa y el castigo, dan paso a la confianza y al amor. Y una vez más constatamos, por experiencia propia, que solo la comprensión libera.

LA VERDADERA ALEGRÍA

Comentario al evangelio del domingo 6 julio 2025

Lc 10, 1-12. 17-20

En aquel tiempo, designó el Señor otros setenta y dos, los mandó por delante, de dos en dos, a todos los pueblos y lugares adonde pensaba ir él. Y les decía: “La mies es abundante y los obreros pocos: rogad, pues, al dueño de la mies que mande obreros a su mies. ¡Poneos en camino! Mirad que os mando como corderos en medio de lobos. No llevéis talega, ni alforja, ni sandalias, y no os detengáis a saludar a nadie por el camino. Cuando entréis en una casa, decid primero: «Paz a esta casa». Y si allí hay gente de paz, descansará sobre ellos vuestra paz; si no, volverá a vosotros. Quedaos en la misma casa, comed y bebed de lo que tengan: porque el obrero merece su salario. No andéis cambiando de casa en casa. Si entráis en un pueblo y os reciben bien, comed lo que os pongan, curad a los enfermos que hay, y decid: «está cerca de vosotros el Reino de Dios». Os digo que aquel día será más llevadero para Sodoma que para esa ciudad. Los setenta y dos volvieron con alegría, diciendo: «Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre». Él les dijo: «Estaba viendo a Satanás caer del cielo como un rayo. Mirad: os he dado el poder de pisotear serpientes y escorpiones y todo poder del enemigo, y nada os hará daño alguno. Sin embargo, no estéis alegres porque se os someten los espíritus; estad alegres porque vuestros nombres están inscritos en el cielo»”.

LA VERDADERA ALEGRÍA

En la conclusión de un relato nacido en las primeras comunidades de seguidores de Jesús, que trataba de regular la forma de vida y de acción de los misioneros itinerantes, se ha colado un dicho de profunda sabiduría acerca de la alegría incondicionada.

Mientras los discípulos vuelven alegres por lo que han conseguido -un poder que somete incluso a los demonios-, Jesús les muestra que el motivo real de la auténtica alegría no tiene que ver con lo que se hace, lo que se tiene, lo que se logra o consigue. La alegría incondicionada no es un estado de ánimo que se halla a merced de las circunstancias o acontecimientos, sino un estado de ser que, como tal, permanece estable e inalterado.

En cuanto estado de ánimo, la alegría (con minúscula) se alterna con la tristeza. Y ambos tienen su lugar y su razón de ser dentro del abanico de los sentimientos humanos. Así los reconocemos, los acogemos y los gestionamos de la manera más constructiva.

Pero aquí se habla de la Alegría (con mayúscula), aquella que constituye nada menos que nuestra identidad más profunda. En el texto se recurre a una expresión acorde con el contexto religioso teísta y mítico: “vuestros nombres están inscritos en el cielo”.

En las culturas antiguas, el nombre equivalía a la identidad. Por tanto, la afirmación evangélica podría “traducirse” de este modo: estad alegres porque vuestra identidad es eterna. Sea lo que sea que suceda u os ocurra, lo que sois se halla siempre a salvo. Tal comprensión nos hace ver que la auténtica Alegría no requiere ninguna condición: somos Alegría.