El iceberg,

esa inmensa mole luminosa,

aparece solitario y separado…,

pero todo -también él- es Agua:

su ínfima parte emergida;

la parte sumergida envuelta de mar;

el océano entero.

Todo es Agua que se manifiesta en formas diferentes…

 

 

Como el iceberg, así nosotros:

tenemos una pequeña parte consciente

y otra extensa zona “sumergida” e inconsciente

que, poco a poco, vamos descubriendo,

con esfuerzo laborioso...

 

 

Nos creemos separados, aislados incluso,

y ésa es la causa de nuestro sufrimiento.

Pero la realidad exacta

es que estamos envueltos,

entretejidos

y, en último término,

hechos de Dios.

 

 

Por eso,

en cuanto trascendemos el pensamiento,

se muestra la No-dualidad de

Lo Que Es.