Semana 8 de julio: IGNORANCIA Y SUFRIMIENTO

IGNORANCIA

“La ignorancia es el desconocimiento de la verdadera naturaleza de las cosas” (Matthieu Ricard, En defensa de la felicidad, Urano, Barcelona 2005).

Cuando hablamos de ignorancia, no nos referimos en absoluto a la estupidez. En cierto sentido, la ignorancia es muy inteligente, pero se trata de una inteligencia de sentido único. Es decir, que solo reaccionamos a nuestras propias proyecciones en lugar de ver simplemente lo que es (Chögyam Trungpa, Más allá del materialismo espiritual, Edhasa, Barcelona 1999).

La ignorancia consiste en tomar como verdaderas las proyecciones que hace nuestra mente, en lugar de ver la verdad de lo que es. Detrás de tal engaño, se esconde el principio, también erróneo, que nos hace creer que “mis pensamientos son la realidad”.

SUFRIMIENTO

        Al ser nombrado rey de Persia, pidió a su tutor que escribiera la historia de los hombres, para ayudarlo así en su tarea de gobierno. Después de consultar a los sabios, y tras varios años de estudio, se presentó al rey con 36 volúmenes. El rey le pidió algo más breve, porque no disponía de tiempo para leer tanto. Después de un plazo, los redujo a 9 volúmenes. También le parecieron excesivos. Tras otro tanto tiempo, los resumió en un solo volumen. Le volvió a pedir que le llevara el resumen en unas páginas. Y así se dispuso a hacerlo. Cuando el tutor volvió, encontró al rey en cama, muy gravemente enfermo; se había hecho ya muy anciano.

          — ¿Y bien? –murmuró el rey, entre la vida y la muerte–, ¿cuál es la historia de los hombres?

          Su tutor lo miró largamente y, en vista de que el soberano iba a expirar, le dijo:

       — Sufren, señor.

EL PELIGRO DE IDENTIFICARNOS CON EL EGO

      Cuando nos identificamos con el yo (ego), nos transformamos, sin darnos cuenta, en monos enjaulados, airados o deprimidos, eufóricos o vanidosos…; en cualquier caso, permanecemos en la ignorancia de quienes somos, con lo que, inevitablemente, generamos confusión y provocamos sufrimiento.